Como han pasado los años

Y como este mes es tan conocido como el del niño, no podiamos dejar pasar la oportunidad para compartir con -y a su vez saber de- ustedes aquellas patoaventuras de cuando eramos unos polluelos, quizá muchos de nosotros apenas dejamos de serlo este año #ayajá, otros nos llevan la delantera por un par de añitos pero aún no pasan los sucifientes como para olvidar lo que más nos hacia felices y lo que hoy en día se extraña, así que vamos por partes... 

¿Quién no recuerda las fiestas de cumpleaños?, con esas piñatas que en mi caso lloraba si veía que rompian ¿cómo se vería mi dalmata degollado?, hasta que a mis papás se les ocurrió comprarme dos, una me la reservaba y la otra se sacrificaba.

Ahora que sin duda algo característico era la música que mi mamá ponía y es donde entra una #canciónquemarcó cada uno de ellos "cepillín.. cepillín.. en la feria cepillín (8) lala el acordeón"

Y aunque hoy en día los pasteles te duren más que los de antes, sin duda no es lo mismo si no hay piñata. Antes, aunque muy niños los compañeritos y vecinos eran unos gandallas y casi sentías que era un intento de suicidio cuando te empinaban y terminaban con la mitad del pastel (que por cierto que era típico que mi mamá se luciera haciéndolos). 

 

Otro recuerdo de aquellos años maravillosos, era que en preescolar te calificaban por hacer tu payasito lámpara - servilletero, y ahora tienes que entregar una tesis que no sabes ni por dónde empezar y menos terminar U__U. Además había jueguitos y hasta alberca y en cuanto buscamos en la primaria dejaron de existir T__T. 

De niños aprovechabamos ese recreo para jugar escondidillas, corretizas y hasta intercambiar los tazos que nos hacían falta y realmente no nos preocupábamos por lo que los demás dijeran. Después viene el cambio en el que deja de ser recreo y ahora es receso en el que ves a las niñas maquillándose, pintándose las uñas, los chicos fijandose en las niñas más grandes o_O y parece que todos juegan a ser adultos.

Y finalmente el receso que ahora puedes tener en tu trabajo viene siendo la hora en que aprovechas para comer y baquetonear no da tiempo para nada más. 

 

Sin duda son tantas cosas las que dejaron de ser con el paso de los años, ahora existen mayores responsabilidades, conocemos las preocupaciones que constantemente pueden incluso quitarte el sueño y no precisamente porque "el coco" está debajo de tu cama. Pero se vale que si el tiempo no puede regresar nos demos uno de vez en cuando para revivir lo que en aquellos años nos hacia felices ¿no creen?