¿Por qué a mi?

Apoco no cuando nos pasa algo que evidentemente no esperábamos llegamos a decir "por qué a mi y no a (inserte el nombre de nuestro peor enemigo que es....) y no tanto porque le deseemos el mal a esa otra persona pero llega a parecernos injusto, ya que en gran parte de esas ocasiones no hacemos algo que tenga como consecuencia "pagar" un castigo. Como en esa ocasión que se nos ocurre irnos de pinta, nunca antes lo habíamos hecho y cuando lo hacemos resulta que nos descubren y los que se iban de clases seguido siguieron haciendo de las suyas sin temor alguno a ser descubiertos.  

O qué tal en esas ocasiones en las que no tienes ni un conocido en la fila para hacer pagos y resulta que ese día parece que a todos les dieron ganas de ir a ponerse al corriente, así que tienes que esperar, cuando la vecina socialité sólo entra 5 minutos y deja su recibo a alguien más  para ahorrarse la pérdida de tiempo que tú estás sufriendo. 

Y agreguemos a esto que al llegar a la caja resulta que tuviste que formarte en otra fila porque las reclamaciones ahí no aplican. 

Así que una vez llenos de coraje solemos pensar en que "ojalá algún día, le toque pasar a tu peor enemigo por algo similar" -como mínimo- cuando realmente la gran mayoría de estas veces en realidad no lo hacemos esperando que realmente les pase algo malo; mas que nada porque muy bien dicen que nadie experimenta en cabeza ajena y solamente hasta que a estas personas les pasan cosas similares pueden entender (aunque algunos ni así) lo molesto o dañino que llegan a ser sus acciones.  Pero sí reclamándole a quien se te ponga en frente el hecho de que evidentemente tú no te merecías algo así.

Porque hablamos de las injusticias hace mucho tiempo, pero no de las ganas que nos dan en ese momento de desearle la misma mala suerte que te tocó a un incluso desconocido, que sabes él/ella si se lo merece.